Hola lectores:
Hoy estoy muy contento. ¡El número de visitas ha subido bastante en poco tiempo! Por eso os doy infinitos agradecimientos. Por primera vez os escribo uno de mis poemas, espero que lo disfrutéis. Le quiero dar las gracias especialmente a mis negrillos: Ana, Paula, María, Mireia, Ramón... Muchas gracias a todos! Os dejo con un poema hecho a los poemas.
La llave del baúl de tus historias.
Sé quebrar con mis miradas,
sé ganarte sin luchar,
sé vencerte sin espadas.
Todo esto con hablar.
Guardo siempre en mi cabeza
penas que crecen sin temblar
alegre, las enfundo en poemas.
No me sirve con llorar.
Escribo la rosa que parte el alma,
el claro lirio y su mirar,
el rayo que abrasa el viento
que empuja un barco sin soplar.
Mientras viva haré poemas,
ya que no cesaré de sufrir,
y es que el día que lo haga
eso sí será morir.
Porque vestir ideas con palabras,
y llamarle noche al día,
eso es tener esperanza,
eso es hacer poesía.
@NachoRouraweb
martes, 6 de noviembre de 2012
sábado, 3 de noviembre de 2012
W.C.D.S. P2
Hola lectores:
¡Ya hay más gente por aquí y eso me gusta! A partir de ahora, con cada entrada os iré poniendo una de las canciones de los artistas que aparecen. La de hoy es "You make me feel in love" de Adele. Y aquí os va la segunda parte de mi historia. Espero que os guste.
La llave del baúl de tus historias.
¡Ya hay más gente por aquí y eso me gusta! A partir de ahora, con cada entrada os iré poniendo una de las canciones de los artistas que aparecen. La de hoy es "You make me feel in love" de Adele. Y aquí os va la segunda parte de mi historia. Espero que os guste.
La llave del baúl de tus historias.
"Es la hora de marcharme. Escojo cuidadosamente la ropa: pantalones
largos beige y jersey de cuello alto. Me arreglo como puedo y me
aseguro de que no queda nada perdido por la habitación. Cojo la
maleta, la libreta y la guía de viajes y me encamino hacia la
puerta. Al salir, los pasillos ya está iluminados. Cierro
definitivamente la puerta de la habitación 342 y camino por la
alfombra roja que serpentea entre las puertas de las demás
habitaciones. Bajo las escaleras del hotel hasta llegar a la
cafetería que está en la planta baja y allí desayuno un café con
una magdalena. Siento nauseas, así que no quiero comer mucho, eso
sí, cojo dos botellas de agua para el camino. Al salir a la calle,
vuelvo a notar esa brisa portadora de olor madrileño. A los quince
minutos llega mi taxi. Me subo en él y le digo al conductor que vaya
a Barajas. En este momento, mis ganas de no llegar nunca se
transforman en una ansia que se desborda y me pone nerviosa, así que
hago algo que siempre me calma: escuchar música. Saco mi mp3 y me
pongo los cascos. Como no soy capaz de escoger una canción por mi
misma, recurro al aleatorio, que muchas veces me conoce más que yo.
Decide reproducir una canción llamada “When Barcelona calls” de
una artista española llamada Meritxell Negre. Es una de las cosas
que me consuela, que mi gran amiga, la música, estará conmigo
durante el viaje.
- Son 4,80- me dice la voz del taxista.
- Menudo timo- digo entre dientes. Al ver la cara del conductor deduzco que lo he dicho en alto y en ese momento bajo el volumen de la música y le entrego el dinero.
Ya estoy en Barajas,
esperando un avión que no hace escala, que me llevará directa a
Riad, desde donde iré a Casim. Me siento cerca de unas escaleras,
esperando a Ramón, el cámara. Tras cuatro canciones lo veo aparecer
por una puerta giratoria. Porta dos maletas, una de ellas es la de la
cámara.
- ¡Hola pequeña periodista!- me dice desde lejos agitando una mano. Sonrío, y me acerco a él para darle dos besos.
- ¿Qué, estás listo para ser uno de los cámaras más importantes del mundo? ¿Preparado para ser el hombre que grabará las únicas imágenes de la apertura del W.C.D.S.?- le pregunto irónicamente.
- La verdad es que no...- me responde rascándose la cabeza.- Demasiada responsabilidad. ¿Y tú? Deberías estar más nerviosa, es un de los reportajes más importantes de tu carrera.
- Lo sé, por eso tiemblo. Tenemos que grabar la presentación del reportaje, ¿no?
Asiente, así que me
coloco frente a él, me aparto el flequillo y recito un breve texto.
Necesito más de seis tomas para hacerlo correctamente y sin
equivocarme. Todo esto por los nervios, que hacen que me tiemblen las
piernas y la voz. Cuando por fin acabamos este suplicio nos dirigimos
a facturar las maletas y entregar los billetes. Todo sucede con
normalidad y, cuando se llama a los pasajeros del vuelo 815, vamos
hacia la puerta de embarque. Quince minutos después, el avión
despega. Ya estoy mucho más calmada, así que saco de mi bolsillo el
libro de crucigramas. Curiosamente, me salen casi todos. Quizás mis
miedos sean infundados; quizás deba relajarme y disfrutar de mi
experiencia. El viaje transcurre sin novedades ni turbulencias.
Durante el trayecto intento varias cosas: escribir, leer... pero al
final acaba ganándome la música: Adele y Aretha Franklin son la
banda sonora del vuelo. Estoy en estado de vigilia durante casi todo
el viaje. Justo cuando consigo dormirme un poco, Ramón me llama y me
dice que ya estamos en Casim. Empieza mi reto."
miércoles, 31 de octubre de 2012
W.C.D.S.
Querido lector:
¿Qué tal has pasado el día? Hoy colgaré un fragmento de una historia que está escribiéndose, y que tardará en acabarse porque es un relato especial. Espero que te guste, ¡Y comenta!
¿Qué tal has pasado el día? Hoy colgaré un fragmento de una historia que está escribiéndose, y que tardará en acabarse porque es un relato especial. Espero que te guste, ¡Y comenta!
"Doy vueltas en la cama, nerviosa. Me giro para ver la esfera
fosforescente del reloj de la mesilla: son las cuatro de la
madrugada; me quedan tres horas para levantarme. Esto es lo peor que
me podía pasar, no dormir la noche anterior a mi posible salto a la
fama. Como no consigo conciliar el sueño, me siento en el borde de
la cama y repaso todo lo necesario para el viaje: ropa, libretas,
cámara de fotos, pasaporte, dinero... No llevo mucho, sólo estaré
allí unas semana. Decido ir preparándome y me voy a dar un baño.
Allí, bajo el agua caliente y rodeada de los aromas de las sales
baño, pienso en cómo distribuiré el tiempo. Ya no queda nadie de
quien despedirme, nada que arreglar, sólo debo esperar al cámara,
ir a Barajas y coger el avión. Una vez allí, los guías harían el
resto. Tras esa ducha de veinte minutos, me seco, me pongo el
albornoz. ¿Qué hago? Me siento en el sofá y enciendo la
televisión. Sólo están esos programas del tarot, adivinos,
magos... patraña pura. Vuelvo a mirar el reloj: las cinco menos
veinte. El tiempo pasa cada vez más lento, y yo estoy completamente
lúcida. Lo intento con todo: leer, hacer crucigramas, conectarme a
las redes sociales... No consigo estar en nada más de diez minutos.
Cuando voy a revisar el equipaje por tercera vez, cojo el libro que
está encima de la mesilla de noche, junto al despertador. Es la guía
de los lugares más interesantes de Arabia Saudí. A pesar de que el
motivo de mi viaje es el trabajo, Arabia Saudí, me parece un lugar
interesante para visitar. Interesante y peligroso. Hace unos meses
que se ha conseguido mantener calma en el territorio gracias a la
policía. En verdad, las fuerzas de seguridad están más preocupadas
disipando las manifestaciones no religiosas o vigilando la vestimenta
de las mujeres, lo que por otra parte me traerá problemas. Si algún
día vas allí, no verás a una mujer con bermudas o con la cabeza al
descubierto; por esa razón, conmigo sólo viajan pantalones largos y
fulares. Por otra parte, este país está a punto de convertirse en
el más importante del mundo. En él, va a tener lugar el
acontecimiento más importante del siglo: la apertura del W.C.D.S.
(World City of Development and Science). Es la ciudad de la cultura
mundial, ha costado ochocientos mil millones de riyales y su
principal objetivo es fomentar el espíritu científico. Ha sido
construida en pleno centro del país, en una región llamada Casim,
anteriormente exportadora mundial de higos. Y digo anteriormente
porque ahora mismo, no queda ni un solo árbol en esa ciudad, ni una
sola casa, ni un sólo vestigio de lo que fuera esa modesta región.
No hace falta mucho para imaginar una rebelión, ¿verdad? Todos los
habitantes de aquel lugar se habían concentrado durante meses en
manifestaciones en las que la violencia era la principal anfitriona.
Pero esto no se cuenta en la televisión, ni en los periódicos...
eso no interesa. Todo me lo dice mi tia, que fue destinada a una
ciudad próxima a Casim y que lo ha vivido en primera persona. Pero
ya va siendo hora de que lo sepa todo de primera mano. Que lo sepa y
que lo cuente, eso sí, con la mayor veracidad posible. Y es que me
encamino a esa ciudad árabe para realizar el primer documental
acerca del W.C.D.S. Los nervios están a flor de piel, así que
decido dejar de pensar en la inminente partida. No voy a repasar mis
frases y no voy a revisar otra vez mi maleta. Me levanto del suelo y
me dirijo a la terraza de la habitación. Nada más abrir la puerta,
una suave brisa nocturna revuelve con gracia mi pelo aún mojado.
Hace frío, pero es un agradable. Camino hacia la balaustrada,
descalza, impregnándome de mi “Ciudad de Cristal”. Me apoyo en
la barandilla de piedra y observo las calles: Madrid aún está
dormida. De vez en cuando pasa algún coche solitario que anda medio
perdido por las calles adoquinadas, pero por el resto, mi ciudad está
desierta... Mi ciudad, la que me ha visto crecer, la que me ha visto
vivir; la que me ha oído caminar por ella durante la noche... la
ciudad a la que voy a echar más de menos que a nada. Sé que no
tengo por qué estar tan nerviosa ya que he realizado muchos viajes
de este tipo: a Estados Unidos, Rusia, Mozambique... Pero este viaje
es diferente, tiene algo que me inquieta. Puede ser porque Asia es el
único continente que no he visitado todavía, por la importancia de
la noticia... Respiro el aire gélido de la madrugada y ,echando una
última mirada a los rascacielos, entro de nuevo en la habitación.
Ahora sí, ha llegado el momento."
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